miércoles, 9 de enero de 2013

EL ARCON




Entre el polvo, cubierto de telarañas y el saber anciano acumulado con el paso del tiempo, olvidado en un rincón de cualquier desván, guardando los secretos que un día lejano en el tiempo las manos afanosas supieron tejer entre cuero y madera.
Las piedras ocultan su brillo azulado, entre olas de un mar de polvo, que año tras año, se esfuerza en empañar el recuerdo de la belleza.
Pero todo lo olvidado, condenado o no por esa ignorancia a la más cruel soledad, algún día renacerá y eso es lo que nos disponemos a hacer, como ave fénix, entre el polvo, despertando del letargo de los tiempos, con el  alma de madera, recubierto de fina piel, volverá a revivir los sueños de un tiempo mejor para la saga de los ARCONES.
Un trapo, algo de tiempo, y como salido de otro lugar, de otro momento, lejano, un arcón, último vestigio de una forma de vivir casi olvidada, recuperada en el tiempo tras largos lustros de ausencia, elevada y cotizada, pues entre su estructura de pino y su cubierta de piel, la memoria se hace larga en el pasado y el pasado, que parece  perdido, es la melancolía de un momento mejor en la vida. De una vida que se remonta lejos, muy atrás, pues el hombre, en toda su creación y en la búsqueda de la utilidad, creo a los arcones para servirle y como buenos siervos, estuvieron a su lado en todo momento, hasta que el hombre, en su evolución imparable, los convirtió en meros objetos de colección, negándoles el alma aplicada que los guió bajo las pirámides y sobrevivió a su propio creador durante generaciones enteras de la misma familia.

La luz difusa arranca brillos delicados de las ágatas azules, en ellas el mar es la expresión misma de un color. La piedra, que nunca muere, esta abrazada, incrustada ,sitiada como un lago de añiles aguas, por un desierto de piel tostada, modelada por dunas, que ahora asemejan una caracola, que ahora algas en continuo vaivén, mecidos por las corrientes que nunca se ven. El rumor del mar hace ecos entre el entramado de madera que a forma de esqueleto sustenta la vida.
Nos atrevemos a un mas allá y armados de coraje levantamos la tapa, la cubierta a dos aguas, que nos oculta el interior. Allí el polvo no ha llegado, el tapizado aunque algo mohoso, demuestra todavía que el tiempo no pasa tan deprima para un arcón como para una persona. Del color de las nubes sobre el océano, el tapizado interior es lo único que nos saluda, dentro no ahí nada, solo el letargo a punto de despertar. La luz difusa, se hace oscuridad en el interior, por un momento vemos como si el veteado de la madera se moviera como ondas en el agua, ondas ligeramente doradas y oscurecidas por el uso.
Azul, mar; verde, vida;  tostado, arena; son los colores del fondo del mar, son la sabia de las aguas que alimentaron la imaginación del artesano. Las conchas nacaradas, el sol en la madera y el viento entre los listones , no dejan en ningún momento de persuadir a la contemplación, pero ante todo, esta la belleza unida con la utilidad y el conocimiento.
El presente, el momento, pese a ser vivido con toda la intensidad que le caracteriza, no deja en ningún momento de ser una referencia al pasado. Es paradógico que los mejores momentos sean siempre los recuerdos del pasado, recuerdos, que buenos o malos, son la historia que marca lo que ahora somos, lo que en un presente representamos. Y no ahí mejor manera de saber lo que somos que recorriendo a pie el largo camino hasta el principio.
La persona tiene su historia. Ella se encuentra escrita, o bien se escabulle entre el saber popular, pero ¿ y un arcón ?, ¿ como puede recordar algo sin vida, algo creado por y para el hombre ?. El y su escritura son la respuesta. El arcón no  puede, pero el hombre si y como buen creador, toma buena nota de su obra.
El mismo nos dice, que el arcón , le ha acompañado durante tanto tiempo, que las escrituras estaban todavía por utilizar cuando su uso de adminículo era comúnmente utilizado . Ese uso, prescindible para la subsistencia del hombre, es un mero reflejo del poder evolutivo, hiendo in crescendo y parejo al cambio de su nivel cultural, mostrándose como objeto creativo y práctico de las diferentes sociedades, llegando a tener un carácter decorativo pero conservando al máximo su carácter funcional, la base de su creación, una naturaleza practica y funcional.

Sobre el 2000 al 1000 a.c., bajo las pirámides, los vivos rojos, fuertes azules y sus negros muertos, encerraban generalmente distintos tipos de cofres y arcones en sus entrañas. Sus lineas rectas acompañaban al difunto, que junto con sus joyas emprendían el viaje eterno. Como todo lo egipcio, los motivos ornamentales son principalmente geométricos y estaban en exceso recargados, sobre el frío suelo de piedra o sobre cuatro patas rectas o apoyados sobre garras animalescas los arcones, de planta rectangular, servían como recipientes para el ajuar del muerto en su viaje al otro mundo, un uso  que daría como resultado posterior la diferenciación entre arcones ,cofres o recipientes rituales y funerarios dependiendo de su contenido.
Del 1000 a. c. hasta el siglo V d.c.,  Grecia y Roma, dos potencias culturales del momento, utilizaron también, como no, el arcón. Gente viajera y de grandes descubrimientos, por fuerza debía adaptar este útil para sus mejores usos, y a eso lo destinaron. Cofres, arcas, de finas pieles, generalmente teñidas y ocasionalmente al natural, labradas o no con decoraciones geométricas y naturalistas, eran utilizadas en los continuos ir y venir de las gentes de estos pueblos. Servían pues como transporte de pertenencias, ropajes, objetos, vituallas  etc.. .
Algo más al este, en la milenaria china, el cofre es un objeto poco representativo. Pocas notas nos deja su historia, solo algún ocasional cofrecillo de metal. El cuero y la madera de los arcones de otras culturas ,es en esta motivo de tapices y biombos.
El mediterráneo sur del siglo X d.c., ante todo era conflictivo y religioso. Hasta nosotros nos han llegado las armaduras de cuero Arabes y los Tahailes, caja de armazón de madera, recubierta de cuero labrado, donde se guarda el Corán en los viajes y en las guerras. Una referencia mas del arcón sobre las peregrinaciones del hombre. El estilo recargado pero invariable marcado por repujados, estampados, mosaicos y metalizados,  las técnicas del cuero en sus diferentes variantes.
Sobresaliendo en el uso de dichas técnicas,  el pueblo de Ghadamés trabajando el llamado Ghadamesi. Estas técnicas viajaron con los Arabes y con ellos llegaron a España, allí fue asimilada llamándose Guadamacil, de técnica invariable siendo las pieles repujadas y estofadas principalmente, pero  variando en los motivos decorativos, basándose estos últimos en motivos  autóctonos. En Córdoba, nace un estilo peculiar a raíz del Guadamacil, el Cor_  dobán. Su uso es mucho mas difundido, siendo utilizado en el uso personal y aguar casero, como arcas, cofres, arneses, cojines...
Igual que brillan las estrellas el firmamento, el arcón tuvo su momento de esplendor donde brillo con utilidad propia , el románico. Allí su uso se extendió tanto como la necesidad precisaba por toda Europa en una integración de las artes en un estilo propio . En estos momentos el arcón es un medio, un uso, sus formas son cuadradas, con tendencia a la  postura horizontal, son pesados, pero recios, y  sirven para guardar toda clase de utensilios, desde finas ropas, hasta harinas, tomando en esta época muchos usos, que derivan en otras funciones prácticas, utilizándose como cama o mesas según el momento del día, así se siguió marcando diferencias, cuantas mas funciones mas especialización, la  tapa plana para asentamientos estables, tapa abovedada para los viajes, debido a su mayor capacidad, con cobertura de mimbre recubierta de cuero llamada Bauht y con cubiertas a tejadillos de dos o cuatro vertientes ,para proteger las pertenencias de las inclemencias del tiempo.
La ornamentación es tosca, algo característico de la época, subordinada a la estructura ,esta bajo la ley del marco y representa bajos relieves de estilo expresionista y simbólico, o  zonas lisas donde la decoración son las aplicaciones de herrajes metálicos sobre cuero o madera, en esta época se desarrolla la orfebrería,sobre todo en oro.
Se dan esporádicos casos, en los que en pequeños cofres se prodiga el uso de la piedra, el nácar y las incrustaciones de madera, metal. Las ágatas son ocasionalmente utilizadas,las piedras utilizadas no eran necesariamente preciosas ,pero si se tenia una preferencia por el color azul en ellas.

En el comienzo del comercio s. XII  las sociedad feudal de paso a las grandes ciudades el arte tiene un proceso evolutivo y en el s. XIII el gremio dirige el arte de la ciudad este arte es naturalista y realista.
El tiempo sigue  corriendo y con el destino del arcón. En el siglo XV d.c.  en el gótico, su estructura perdura, pero la riqueza artística se hace notar en las filigranas ornamentales, largas hojas de acanto, cenefas de laurel, siguiendo el estilo recargado de las decoraciones naturalistas y arquitectónicas de la época el arte se ve ampliado , es más profundo y asienta las  bases de la cultura moderna.Aparecen los artesanos especializados y con ellos una labor artística fina y virtuosa,lo cual con el incremento de la clientela burguesa promueve un gran avance en las artes,en diseños, ejecución,herramientas y procedimientos.
Hacia el norte de Europa el arcón se hace mas ligero y elegante, pasando a utilizar maderas blancas representativas de estas latitudes frías, como el pino y el abeto. En las zonas sur de Europa el acabado es aun tosco, comenzando el Bargueño a desplazar al arcón en España, cofre con tapa abatible, cajones y asas laterales que facilitan su transporte y patas que le dan un carácter sedentario es utilizado como escritorio. Las maderas como el nogal son mas características de estas latitudes.
La tradición que comienza a ser fuerte, se empieza a incrementar el uso del arcón de boda, lujo de clases elevadas que se hace como regalo por parte del novio hacia la futura esposa. Estos arcones forman parte del ajuar, los heredan de madres a hijas y ocupan en general lugares predominantes, lo que indica el grado de valor social que alcanzaban. En el gótico se prodigan detalles geométricos, inscripciones y figuras, evolucionan a pasos de gigante la metalisteria, la orfebrería y el hierro, como base de herrajes en cofres y arquetas. Se valora el repujado y el calado de las pieles tanto por su calidad, como por su cantidad la estructura de  las arcas se basa en largueros que le dan consistencia y en tablas de relleno.
El arcón de bodas pasa a convertirse en el máximo exponente de esta larga familia en el renacimiento s XVI . Su estructura permanece invariable y pasan del carácter practico al suntuoso, siendo en esta época representativas exclusivamente de las clases altas de la sociedad.
Las cotizadas incrustaciones en marfil, nácar, exquisitas maderas tropicales, conchas y los estucados de los artistas del momento, hacen de este articulo un bien de gran valor económico y una inversión de gran lujo, es en este momento cuando comienza el declive del arcón como utensilio útil común y pasa a ser una pieza de lujo o colección.
Este es el momento en el que en varios países de Europa se intenta copiar los estilos tradicionales imperantes en España, las masificaron de replicas satura el mercado, que reduciendo los precios abarata el producto en detrimento de la calidad, con el consiguiente rechazo por parte del publico. Este hecho da lugar a que casi desaparezca el uso de estas técnicas en España y América latina se conviertan los talleres en arte popular, y sea borrada materialmente del resto de Europa, como en Alemania y Francia.
La ornamentación es la lucha continua entre el clasicismo heredado, el retorno a la medida del hombre, la riqueza de los muebles  y la nueva casa renacentista lujosa hace que el mobiliario aumente en detrimento de otras formas ya utilizadas. Con el extravagante nuevo viento del barroco. Que se limita a realizar un lavado de cara, variando únicamente la ornamentación y permaneciendo inmutable en cuanto a estructuras .
Varias razones ayudan al arcón en su ocaso. En la evolución de los tiempo varios otros utensilios han salido de la rama común del arcón. Diferentes especializaciones que prosiguen su propia evolución. Muchos de esos objetos terminaron por suplantar al tronco común. Es el caso de armarios, cómodas, alacenas, bargueños y sus subsiguientes evoluciones.

La capacidad, la versatilidad, funcionalidad y sobre todo una especialización que obligaba continuamente a crear nuevos modelos para nuevos usos relegan al arcón a un rol estético , que va perdiendo su valor practico por uno mas ornamental y romántico. Es una muestra mas de como la evolución práctica pasa por prescindir en cuanto no es necesario de la raíz de la propia evolución y crea múltiple ramas de una misma hundiéndose en un laberinto de usos no a la fuerza más necesarios que prácticos.
En plena explosión industrial y demográfica, cuando el mueble a relegado al arcón, pequeños brotes recuperan este articulo para diferentes generaciones. Trata de ser un trabajo artesano, lejos de la voraz industria, se intentan recuperar las tradiciones y que estas sean remuneradas como lo que son, técnicas cuidadas en vías de extinción. Ejemplos son el Art And Crafts, el Art Noveau o el Art Deco, que priman el trabajo artesanal, el sudor del creador, por encima del aceite de la maquina, la repetición y el abaratamiento de los materiales.
La industrialización trae consigo el materialismo, ahora si que funcionalidad prima sobre la estética. Ya no se tiene en cuenta el toque artístico, solo sus posible usos y utilidades, el resto es secundario y todo lo secundario no tiene cabida en el mundo tecnológico. El arcón es un resto de arte antiguo, son creados soñando con el pasado, el motivo no cuenta, si lo que se observa es arte, arte mas allá de la mera definición, arte que ante todo es útil, así mismo y a su creador.
El rincón esta ahora vacío, el arcón, que con primor desempolve y saque del oscuro desván, luce bajo la luz del día. Se que se siente feliz, es siervo de su destino y su destino es servir.
Su forma rectangular, su tapa de dos aguas, las ágatas, cada rincón respira antigüedad y sabiduría ahora a la luz del día se puede apreciar su ornamentación naturalista propia del Art Nouveau repujada en piel con el mismo proceso utilizado en Ghadames que luego fue adoptado en la península con la estructura inmutable románica, pero cambiada por los siglos posteriores a base de largueros tablas y tapas en vertientes Generaciones de hombres y mujeres depositaron desde las cosas mas triviales hasta sus sueños mas secretos en el fondo de arcones como este ,un día reencontrados
Pero entre los secretos mejor guardados, el secreto que tanto tiempo oculto ha sobrevivido y que es el secreto del artesano, del artífice del ingenio, el ser que durante horas se privo de sueño y de vida por ver realizado su sueño, ese es el autentico secreto, el sueño, el resto, es la técnica aplicada.
La técnica es lo que a logrado realizar el milagro de mantener unidas cada parte del conjunto y sin perder un ápice de hermosura.
La técnica, conjunto de fórmulas, que en unión forman un conjunto útil, es el caso de los arcones dedicados al mobiliario, un proceso largo, pero sencillo.
Patas y pies o el fondo como las bases, montantes y travesaños forman la estructura ósea, que da consistencia y robustez al conjunto. Es el cuerpo del mueble o armazón, que a modo de chasis es la base de su perfecta adaptación y función precisa.
Un chasis como tal es un esqueleto vacío, solo el aire deambula entre listones y vigas. Una envoltura, tableros, paneles, molduras y ornamentaciones, le darán el resultado final, vestirán su esqueleto desnudo y terminaran siendo parte del arte decorativo en el hogar. Espejos, lienzos y un sin fin de muestras mas, cubrirán estos paneles.

La madera que como el calcio forma los huesos, es la base del armazón y en general de los paneles. El pino, ese árbol enhiesto, de resinosa madera, amarillento como el sol, surcada por mil vetas y nudos, blanda y liviana en las manos del artesano, vivirá por largo tiempo. Es una base ideal para trabajos de ebanistería, es agradecida y cálida, liviana pero resistente, suave y sencilla de trabajar. El tiempo  destruye madera y al pino.
Ante mi tengo a mi arcón, puesto que ya le he adoptado. Mi mano pasa sobre la suave madera lijada y pienso en la maquinaria, en la mano que paso primorosa una y otra vez sobre la astillada superficie del largo tablón. En la labra que arranco en virutas la parte exterior dañada y  rugosa que dejo sobre sus cuchillas un  listón dorado.
Con la regruesadora  se dejó la madera a la medida deseada e igualada en toda su superficie para la posterior desmembración en las partes, que cortadas por la cinta de la sierra, formaran con las medidas precisas, cada hueso, casa espiga, que sustenta no sin dificultad, la esencia del arcón, el mueble.
El disco de metal escuadrara seguro los tablones y se unirán por el canto los tableros para conseguir mas del doble del ancho del tronco utilizado, para poder realizar esta unión se utiliza el sistema llamándose clavijas consistente en taladrar con la escopleadora  los gruesos y unirlos con espigas de madera cilíndrica. La unión de fondo y laterales se efectúa con el ensamble de caja múltiple reforzando la estructura y el listón de testa ensamblando panel y caja en perfecta armonía de madera. Los listones se unen como veo a la caja mediante ensambles de caja y espiga, reforzando mas si cabe la ya de por si robusta estructura. La tapa del arcón atrae mi mirada su forma en tejadillo de dos vertientes sin vértice superior ha sido unida a inglete con una espiga corrida de base.En ambos laterales se efectuó un vano ovalado para que sirviesen de asas y facilitar la movilidad del arcón.
La cera, la siento entre los poros de la madera lijada, protegerá aun más, si cave, la cubierta natural contra humedades e inclemencias. Al golpeteo de mis nudillos, me contesta desde la dura madera, que abrazada por el cuero, amortigua sus sonidos.
El color tostado de la piel de caballo, encerada, suave y tersa, resiste el ataque del tiempo con digna soberbia. Su cerrado poro, le da la suavidad y una limpieza de trazo admirable y pese a ser, a mi apariencia, la parte de delante, mas fina y liviana que la trasera, mucho más gruesa, el aspecto que esta me muestra es correcto y resistente. La parte trasera está, ademas marcada de ocasionales heridas, aunque su fibra es mucho mas gruesa y compacta, me deleito con acariciarla y siento en mis yemas la suave tersura de esta piel curtida al tanino que permite con soltura el trabajo artístico. Ni grasa, ni cromo, curtida naturalmente y así poder llegar a ser una expresión superior.
A la luz difusa del interior de mi hogar, me sorprende la diferente tonalidad de mi propia piel blancuzca y el tostado azucarado del cuero. Pienso en los patrones de papel, que son el alma bidimensional del arcón. En como el vasto papel de estraza, servirá para que con agua y abridor, se calque su forma en el cuero.
Un primer volumen verá la luz sobre la plastelina y utilizando con cuidado el modelador que repasara las lineas del diseño, que poco a poco cobra vida ante mis ojos. Ahora los volúmenes crecerán allí donde sean necesarios, mas plastelina ,agua y paciencia,la piel se irá adaptando al volumen y así  el repujado será la forma definitiva del relieve.

Resaltaran el repujado los mateadores de arenilla, dando una nueva textura, algo especial, al cuero, golpeándolos con diferentes intensidades difuminan el corte entre piel mateada y piel limpia.
Cola blanca y algodón harán de los volúmenes algo duradero y resistente bajo presión, claro esta, una vez retirada la plastelina, los pasos, los veo ante mi y como si comprendiera lo que son, aprendo.
Mi mano recorre la tapa y tropieza con la frialdad de las piedras azuladas. Estas están incrustadas en el cuero y este abraza el ágata con dulzura, para que nunca se pierdan del nido y como gotas de agua oscura, lanza pequeños brazos sobre ellas, inmovilizándolas hasta que el cuero aguante. La delgada cuchilla de incisiones, trazó el perfecto  corte de la incrustación.
Frente, trasero y tapa, las partes forradas de cuero, forman un solo cuerpo, pero eso es ahora, antes no lo fue y me admiro al observar los dobleces del cuero sobre la madera, la extremada finura del cuero, chiflado, remata los cantos y bordes, sin que apenas se note el grosor extra. Todo pegado con cola y adaptado con el liquido elemento, que unirá, ya para siempre, cuero y madera.
Aun con el paso de los años, los colores no se han perdido, el verde malaquita, como anilina natural, sobre el azul cobalto del mar que lo da la tinta china, da un fondo al nacarado de las conchas. Todo lo ilumina el amarillento ácido pitrico, la poca química en un mundo de naturaleza, el mar y su vida.
La cubierta se levanta, y el espacioso interior, limpio, desprende olor de alcanfor, que recuerda viejos vestidos en el baúl de la abuela. Y como en el baúl de nuestra abuela, el interior esta tapizado, menos costados y fondo, con tela azul claro casi gris por el paso del tiempo, La goma espuma mullida acolcha bajo la tela el acogedor interior rematado con tachuelas, uno casi desearía sor objeto, para ser dispuesto en tan buen lugar y a recaudo de los malos golpes.
Para proteger colores del paso del tiempo se recubrió todo con cera  al igual que la madera fue objeto del mismo trato.
Se hace tarde y aunque parezca mentira me siento cansado, cansado de las sensaciones que durante todo el día me ha hecho sentir el arcón. Tan cansado como si el artista en una misma noche lo hubiese fabricado.
Fabricado no, pero pensado si. Me admiro en mis cavilaciones, yo tan torpe para esas cosas, del pensar me refiero. El enorme y complicado proceso creativo es aun así, claro para mi en este momento. Como si yo fuera el artista, aun frente al arcón abierto, creo tener en mi los pasos de la mente del artista.
Primero fue la idea, la idea creo dibujos, que a forma de varios, quizá cientos de bocetos, dieron al autor, mil y una formas para su creación. Pero solo una es la que vale, y esa es al final la única que vera la luz. La elección, no solo basada en el gusto estético y personal, es ante todo funcional y en eso el diseño, medidas y dimensiones nos darán el uso. El material, millones de combinaciones posibles, millones de problemas. Su elección es fundamental, no solo en el impacto estético, también el tiempo tendrá que dar su opinión y aquí lo mas duradero, es siempre lo que gana. Por su dureza, por ser ligueras y fáciles de trabajar, son otros de los múltiples tamices que filtraran tipos, hasta llegar a los deseados.
Bocetos, croquis ,maquetas  y estudios de color , a escala proporcional, trabajo obligado antes del duro fabricar la pieza única, darán una visión real aproximada del resultado final y nos darán a su debido momento pistas sobre que tipos de ensambles y uniones utilizaremos.
Al final esta el arcón, acabado y listo para el uso funcional que lo alumbró, aunque es posible que nadie lo use mas, que se llene de polvo en cualquier rincón, pues el futuro de metal crea y evoluciona, el plástico reduce costos u crea formas y colores. Caldo para una sociedad tecnocratica, en la que el arte, por muy funcional que sea, es solo una pieza mas de exposición en la complicada cadena del consumo. Solo queda el coleccionismo, eso mantiene en uso a los arcones, el gusto por una belleza del pasado, útil durante miles de años, que ninguna evolución podrá borrar del recuerdo del hombre, por mucho que se empeñe y pese a que al final, solo su carácter arcaico le hará mantener con vida. ¿ Quién sabe, el mundo loco gira demasiado deprisa ?. Tal vez un nuevo futuro marque mejores momentos para los arcones.
El arcón sigue vivo, en algunos lugares no se ha olvidada su uso  y prosigue su utilización en la casa,en el campo...
Mis ojos se cierran, el sueño me vence, me duele el cuerpo. Absorto en la ingente cantidad de energías y horas gastadas para conseguir el resultado final y que los múltiples tumbos de las ideas hallan dado como resultado una pieza terminada tras duro esfuerzo y trabajo. Me admiro, pero ya no tengo tiempo, el sueño vence.
Me despierto sobresaltado, sigo sentado en el sillón y ya la noche avanza hacia el alba, miro hacia mi arcón y asustado compruebo que no esta y el recuerdo me hace llorar, recuerdo que fue vendido, al poco de que yo lo terminara, mis manos tiemblan de la emoción de un día de recuerdos, harto me voy a dormir.


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